Domingo por la tarde... un día normal para muchos pero en mi cabeza mil ideas rebolotean, y justo en el centro de mi diafragma una bola de energía se va acumulando, invitando a golpear paredes, a llorar, a gritar, a caminar sin rumbo y sin saber cuando parar, doy vueltas por la cocina, oscura como siento ahora mi vida, ¿qué sucede? hace menos de una hora era un ser super feliz, capaz de realizar cualquier hazaña... Las voces empiezan a taladras mi cabeza y mientras camino trato solo de enfocarme en Mozart que suena tan alejado, tan distante, debo regresar, debo volver a la realidad pero entra mas lo pienso mi mente mas viaja por esos mundos inciertos... las respiración se acelera constantemente y miró mis manos pero no son mías, me miró al espejo pero no encuentro, no me distingo, que vacío tan grande siento, como un hueco que va creciendo por dentro y va absorviendo todo lo que tengo, quizás un trago de coca cola, o un vaso lleno de vodka, quizás ambos; con chocolate y helado me calmen... pero solo será por unos instantes; luego todo vuelve de nuevo.
No me toques pero abrázame para calmar esta ansiedad para aplacar esta soledad... no digas que no me entiendes, no digas que soy incomprensible, que soy difícil, que no puedes más, porque tus palabras me hieren y me llevan a querer ver mis brazos sangrar, me llevan a desear por un instante ser normal y dejar de sentir con esta intensidad que me llega a consumir...
domingo, 16 de mayo de 2010
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